miércoles, 10 de enero de 2018

RESEÑA: Blackstar - David Bowie

     Hace dos años, el deceso de David Bowie fue objeto de conmoción mediática ya que el haber lanzado el que resultaría ser su último álbum de estudio, Blackstar, dos días antes de este suceso y no haber hecho público su diagnóstico de cáncer de hígado, tomó por sorpresa a millones de personas alrededor del mundo. Tras este suceso, la lírica y la imaginería de Blackstar, inicialmente ininteligibles, cobraron un sentido literario que presenta reminiscencias de la vida privada y la carrera artística del propio Bowie. En una obra de tal magnitud y avidez, cada detalle tiene un significado concreto.

     Para la realización de su último proyecto, Bowie colaboró exclusivamente con músicos de jazz pertenecientes a la vanguardia neoyorquina, y produjo al álbum junto a su antiguo compañero Tony Visconti.



     La canción homónima que inaugura al álbum es la composición más críptica dentro de la discografía de David Bowie. Tras breves segundos de una introducción que erige el tono de la canción, entra una voz robótica junto a la batería. La mítica voz de Bowie reza:

In the villa of Ormen, in the villa of Ormen
Stands a solitary candle, ah ah, ah ah
In the centre of it all, in the centre of it all
Your eyes

     Ormen, en nórdico antiguo significa serpiente. Este ofidio es un símbolo presente en gran parte de las civilizaciones de la antigüedad, debido a esto, la escritora rusa Helena Blavatsky describe a la serpiente como el punto donde se comprende toda la filosofía del universo. Desde esta percepción ocultista, de la cual Bowie era partidario confeso; él, como una vela solitaria en el centro de todo, es omnipresente al borde de la muerte.

     Conforme se desarrolla la canción, un saxofón intermitente interpretando escalas orientales realiza la transición entre los versos y los estribillos de la pieza. Después casi cuatro minutos y la intromisión de un teclado, se presenta un cambio repentino y casi ilógico dentro de la melodía y parece ser el comienzo de una nueva de canción. Ahora la voz de Bowie es natural y musita letras casi ajenas a lo relatado con anterioridad. Blackstar se convierte en una balada en la cual interviene constantemente la voz robótica originaria de la primera parte de la canción. Finalmente, la pieza concluye con el suave sonido de una improvisación de flauta.

     ‘Tis a Pity She Was a Whore comienza con exhalaciones de Bowie a las que se une una batería exaltada y varios solos de saxofón que hasta cierto punto rememoran al free jazz de Ornette Coleman. La lírica utiliza el pronombre she para hacer referencia al tiempo, lo cuál se justifica dentro del contexto del álbum, que fue concebido cuando él ya estaba consciente de la proximidad de su muerte.

     Lazarus, El tercer track de Blackstar, es una de las piezas más icónicas dentro la carrera de David Bowie. El verso inicial de la canción, antecedido por una línea de bajo, por primera vez dentro del álbum hace referencia explícita a su enfermedad y a su propia muerte:

Look up here, I'm in heaven
I've got scars that can't be seen
I've got drama, can't be stolen
Everybody knows me now

     De la misma manera, Bowie hace hincapié en esa concepción de omnipresencia de la cual también habla en la primera estrofa de Blackstar.

     La voz de Bowie, en conjunto con la instrumentación, compone un epitafio que reflexiona acerca de su legado como artista y la liberación que conlleva el morir. Sin embargo, para complementar este mensaje es imperativo observar su video musical:



     Sue (Or in a Season of Crime) presenta una temática diferente: su lírica está basada casi íntegramente en la obra teatral de John Ford. En este caso, el narrador se encuentra en el desasosiego tras haber sido engañado por su esposa. La melodía, agresiva e irreverente, encaja con la ira y la pena del narrador.

     Girl Loves Me es una pieza líricamente experimental, puesto que combina el Nadsat, el lenguaje ficticio de La Naranja Mecánica, con al Polari, un dialecto utilizado en los bares de Londres en los setentas. Una resonante línea de bajo junto a diversos sintetizadores y teclados crea una atmósfera oscura que acompaña al relato de las adicciones y el libertinaje de Bowie en su juventud.

     Dollar Days y I Can’t Give Everything Away son confesiones explícitas sobre los sentimientos encontrados al afrontar su propia muerte: a pesar de que ahora será libre, la sensación de no haber manejado una vida con plenitud incursiona en el arrepentimiento del autor.


     Blackstar es una  obra que respeta la integridad artística de su autor. Pero a su vez, es la confesión de un ser humano que mira fijamente al abismo y afronta su destino.

jueves, 7 de diciembre de 2017

RESEÑA: Loving Vincent

     Loving Vincent es una película polaca estrenada este año que relata la vida de Vincent van Gogh, y se centra en los últimos años del trágico artista neerlandés. La particularidad del filme es que para su creación se realizaron alrededor de 65,000 fotogramas pintados al óleo por más de cien artistas.

     El largometraje dirigido por Hugh Welchman y Dorota Kobiela retrata la figura de van Gogh a partir de testimonios de los personajes que estuvieron alrededor del pintor el último año de su vida. De esta manera, construyen una biografía oral  acerca de una figura polarizante, aludiendo a la narrativa de Citizen Kane (1941).


     La historia se desarrolla en 1891, un año después del suicidio de van Gogh. Armand Roulin (a quien da voz Douglas Booth) recibe el encargo por parte de su padre Joseph, el antiguo cartero personal de Vincent, de entregar a Theo van Gogh la última carta escrita por el pintor post-impresionista. Tras visitar París y enterarse de que Theo ha muerto debido a la sífilis, Armand visita Auvers-sur-Oise, la comuna donde falleció Vincent, para buscar a algún receptor digno de la carta.

     Conforme avanza la trama, Armand se relaciona con diversos individuos allegados de van Gogh y su perspectiva acerca del artista, y de los demás personajes de la historia, se modifica mientras escucha los relatos de los oriundos de Auvers-sur-Oise.

     El hilo argumental cuenta con dos líneas temporales claramente definidas: el presente, teñido completamente a color, con Armand Roulin buscando a quién entregarle la carta; y el pasado, filmado en blanco y negro, que retrata la vida de van Gogh.

     A pesar de retratar la arquetípica vida de uno de los artistas más importantes dentro de la cultura occidental, Loving Vincent no cae en clichés típicos del género biográfico. Por otra parte, presenta una narración imparcial e inclusive da pie a distintas teorías sobre temas que siguen en discusión en la actualidad, tales como el hipotético homicidio culposo de van Gogh por parte de un amigo suyo y la pérdida de su oreja.

     Los impresionantes elementos técnicos de la película son infalibles, y en conjunto con la fluidez de la narrativa y los diálogos, la cinta provee un halo de familiaridad al espectador. Sin duda, se trata de una producción atemporal que destaca sobre el montón de películas efímeras que se han estrenado esta década.


     Loving Vincent es un experimento audiovisual sin precedentes que tras siete años de producción culminó como una obra de arte y como una de las mejores películas de este año.

martes, 31 de enero de 2017

RESEÑA: La La Land

     Habitualmente, las corrientes artísticas tienden a seguir la vanguardia predominante de la época en la cual la obra ha sido concebida. Esto provoca que haya considerables semejanzas entre los elementos presentes de dicho trabajo; no obstante, el resultado, junto con la influencia de sus antecesores y un gran compromiso por parte de los involucrados, puede ser mirífico. Tal es el caso de La La Land (2016), musical dirigido por Damien Chazelle y protagonizado por Emma Stone y Ryan Gosling.

     La historia sigue a Mia y Sebastian, personajes cuyos encuentros plenamente circunstanciales logran forjar una relación un tanto similar a la de Woody Allen y Diane Keaton en Annie Hall (1976). El idealizado romance de los protagonistas se ve turbado por los objetivos de cada uno de ellos; Mia, una aspirante a actriz, y Sebastian, un músico que anhela abrir su propio bar de jazz. Si bien, lo básico de la trama ha sido visto en múltiples películas, lo esencial de la historia se basa en las decisiones de los personajes y el vínculo de éstas con sus sentimientos; esto efectúa una peculiar atracción hacia la película.


     Todo lo relativo a los aspectos técnicos consigue crear una armonía visual, que en conjunto con la dirección de Chazelle, transmiten un aliento de nostalgia hacia la juventud perdida y la vida que poco a poco se desvanece sin que hayamos cumplido nuestros sueños por completo. La fotografía agrega vivacidad a la narrativa visual al utilizar una amplia gama de colores en cada una de las secuencias. La música se congrega con las escenas enriqueciendo el panorama, y las canciones son utilizadas meticulosamente, sin llegar a abusar de este recurso.


     Las emotivas interpretaciones de Stone y Gosling mantienen el ritmo de la trama, manejando con prudencia el arco argumental de los personajes y demostrando su personalidad sin recurrir a clichés cinematográficos. La química entre los protagonistas es evidente y genera simpatía hacia ellos, causando que en momentos de dualidad, el espectador mantenga opiniones subjetivas conforme a las acciones de Mia y Sebastian.


     La La Land es la redención de Hollywood, y quizás, la revitalización de los musicales; exhibe que aún es posible realizar cine comercial de calidad y llevarlo a las grandes audiencias. Asimismo, presenta añoranza hacia lo común y tradicional en una sociedad de transformaciones radicales.


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viernes, 11 de noviembre de 2016

La señora Dalloway como una proyección intrapersonal sobre el desorden emocional de Virginia Woolf

     Culturalmente se ha aceptado la tesis de que el artista plasma en su obra aspectos autobiográficos, semblanzas que abruman su existencia y a manera de redención, los transmite implícitamente al público. Estas representaciones no son suficientes para terminar con los suplicios intrapersonales, y consecuentemente, el suicidio emerge como un subterfugio.
     
     Tal es el caso de Virginia Woolf (1882-1941), una de las principales exponentes del modernismo literario, quien además sentó las bases de la novela contemporánea. Mujer que se vio atormentada por un trastorno de bipolaridad. En su novela La señora Dalloway (1925), Woolf realiza una minuciosa proyección acerca de lo que no se pudo concebir en relación a su destino.
     
      La historia en sentidos prácticos prescinde de una trama exterior a la conciencia de los personajes, utilizando al monólogo interior como un recurso que marca el flujo por el cual se traslada la lectura. El argumento es sencillo y convencional, sin retazos atípicos ni frívolos: sigue a una mujer que organiza una fiesta y a los inconvenientes provocados por dicha planificación.
     
     La narrativa transcurre  en un solo día, en un breve plazo que sintetiza la vida y el porvenir de Clarissa Dalloway. Paralelamente, se encuentra Septimus Warren Smith, un joven que volvió psíquicamente dañado de la guerra. La introspección que se efectúa en estos personajes plasma la vida de Woolf y los eventos, que intermitentemente se presentaron a lo largo de su vida.
     
     Las alusiones autobiográficas en la novela son evidentes al momento de investigar la semblanza biográfica de la autora y las repercusiones que distintos eventos beligerantes contra su persona tuvieron sobre su vida. Asimismo, se justifica la existencia y posterior suicidio de Septimus, así como la personalidad de Clarissa y su refugio inmaterial en su propio talento.
     
     Para realizar una interpretación de la obra, es imperativo conocer los desórdenes emocionales de la autora. El trastorno bipolar II –el cual Woolf compartía con Septimus– se caracteriza por la prolongación de episodios depresivos, mientras que las fases maníacas son moderadas. La introspección presente en la obra de la feminista inglesa funge como un efecto colateral de este trastorno, ya que a través del monólogo interior revela en sus personajes un comunicado trascendente en relación con los procesos creativos y las circunstancias, en cierto punto, exteriores a la lectura: la consciencia del artista.
     
     A continuación se explaya el paralelismo entre Virginia Woolf y Septimus, prosiguiendo con Clarissa, personaje que funge como una probabilidad transversal que la autora pudo aprovechar.
     
     En 1895, con trece años de edad, Woolf es víctima de su primer colapso nervioso, causado por la muerte de su madre. Dos años después presentó otro colapso que no tuvo consecuencias interpersonales. Su tercer –y más dramático– episodio  fue ocasionado por muerte de su padre en 1904, este suceso la conllevó a su primer intento de suicidio, lanzándose por una ventana, de igual forma, escribe en su diario sobre las voces que agobian a diario.
     
      Hasta este punto, Septimus expone en la obra bastantes referencias sobre los sucesos mencionados con anterioridad: al volver trastornado de la Primera Guerra Mundial debido a la muerte de un allegado que conoció en el conflicto bélico; las voces dentro de su cabeza provocan que su percepción se reduzca exclusivamente a su consciencia.
     
      Después de otro intento de suicidio, Woolf es internada en contra de su voluntad en 1915. Posteriormente, en 1936, alcanza un periodo de lucidez, al creerse curada por completo. Escribe: «Me he sentido en conjunto fuerte y animada. ¡Despierto de la muerte –o del no ser– a la vida!»
     
     Esto rememora a los instantes anteriores la muerte de Septimus, los momentos que corresponden a la felicidad pura, al deseo de escapar con Rezia y no ser internado por algún doctor. La manía, en términos psicológicos, se refiere a ese sentimiento extremo de bienestar; por lo tanto, el conjunto formado por este concepto, sumado a las tendencias psicóticas de Septimus y a su depresión, da como resultado el diagnóstico intuitivo de un Trastorno Bipolar II, el mismo que Woolf padecía.
    
     Al inferir que arruinaba la vida de su pareja, Septimus se suicida lanzándose por una ventana. La autora inglesa se acabó con su vida en 1941 en el río Ouse; escribió una carta dirigida hacia su marido Leonard, donde mencionaba que no quería seguir arruinando su vida y que ya no podía soportar a las voces dentro de su cabeza.
      
     Septimus Warren Smith es una minuciosa proyección sobre el trágico destino de su autora; retrata los estragos psicológicos que palidecen a la mente, mientras que todo dentro y fuera del individuo se desmorona lentamente en una espiral autodestructiva.

     En el polo opuesto, se encuentra Clarissa Dalloway: una mujer de la burguesía que tiene remordimientos par no haber aprovechado sus oportunidades en el pasado y que oculta su inseguridad y ausencia de amor propio al organizar fiestas y tomar actitudes pretenciosas ante los integrantes de la alta sociedad inglesa de la época.
     
     Clarissa dejó atrás a su amante Peter Walsh y a su mejor amiga Sally Seton por el superficial propósito de obtener renombre al casarse con Richard Dalloway y establecerse en una gran casa en Londres. Haber abandonado a esas dos individualidades hizo que la señora Dalloway se consumiera en aflicción, y progresivamente, perdiera la confianza en sí misma.
     
     Las figuras que integran el círculo social de la protagonista de la novela poseen diversas opiniones sobre aquella mujer; todas esas ideas son complementarias entre sí, pero sólo en los aspectos negativos de Clarissa: distanciada de su familia, monótona y tendenciosa a la circunspección, lo cual suprime su personalidad.
     
      La señora Dalloway, al enterarse del suicidio de Septimus –personaje con el cual ella nunca estableció contacto– contempla su decisión, hasta el punto de admirarlo. Finalmente, después de un dilema filosófico, decide proseguir con su vida, a pesar de ser infeliz.    
     
     La disgregación interior que Woolf presentó durante su vida empata con la percepción que formuló con Clarissa Dalloway; la autora se refugió de sus martirios al escribir y formar parte de un grupo de connotados intelectuales, mientras que la protagonista de su magnum opus se esconde de la tragedia personal detrás de sus fiestas.
     
      La contraposición conceptual presente entre los dos protagonistas de la novela representa la división mental que afligió a Woolf durante toda su vida; asimismo, el impacto que emocional que conllevó Clarissa al enterarse de la muerte de Septimus refleja los conflictos intrapersonales de la autora.
      
      A grandes rasgos, La señora Dalloway busca transmitir la incertidumbre en niveles sensitivos; todo aquello que carcome lentamente al ser, mientras que éste presencia su desmoronamiento cognitivo paso a paso, hasta llegar a un plano de soledad cósmica, donde todo se reduce a una consciencia completamente aislada de la sociedad.


Bibilografía
Figueroa, G. (2005). Virginia Woolf: enfermedad mental y creatividad artística. Recuperado de: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872005001100015

Royal College of Psychiatrists. (2010). Trastorno bipolar (maníaco depresivo). Recuperado de: http://www.sepsiq.org/file/Royal/TRASTORNO%20BIPOLAR.pdf


Imagen recuperada de: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:George_Charles_Beresford_-_Virginia_Woolf_in_1902.jpg

sábado, 17 de septiembre de 2016

OK Computer - Radiohead

Radiohead no sólo se ha consolidado como una de las mejores bandas de la actualidad, sino como una de las más grandes en la historia del rock. Con el transcurso de los años lo han demostrado gracias a su dinámica polifonía y su impasible vanguardismo.

  El reconocimiento unánime llegó en 1997 con su tercer álbum de estudio, OK Computer. Trabajo en el cual musicalizaron doce canciones con una distinción única, y una percepción lírica nunca antes realizada en la historia de la música.

  La temática se explaya en los bretes sociales y su impacto directo en el individuo; pasando por la guerra, la corrupción, el consumismo y principalmente la tecnología, que remplaza las experiencias tangibles del día a día por entretenimiento vacuo y artificial; y concluyendo con aspectos intrapersonales y psicológicos, como la ansiedad, la depresión y la soledad.

  Thom Yorke vocaliza melancólicamente todos los temas, añadiéndoles profundidad y provocando paroxismos emocionales. La letra de éstos está inspirada principalmente en la ficción Shakespeare y Douglas Adams.

Arte del álbum por Stanley Donwood.

  Instrumentalmente el álbum no sigue ningún patrón determinado. Presenta influencias de la música clásica y electrónica; emplea desde los convencionales instrumentos del rock como las guitarras, la batería y el bajo; hasta utilizar el órgano, violines, el mellotrón, un xilófono, y sintetizadores.

  El título alude a la revolución informática y tecnológica que se presentó a mediados de los 90’s. Un nombre que hace referencia al inminente futuro y la inquietud proveniente de esta incertidumbre.

  Ejecutada por Nigel Godrich, la producción fue un trabajo muy laborioso. Basta escuchar cualquiera de los tracks para percatarse de la complexión sonora otorgada por las distintas mezclas.

  “Paranoid Android”, la segunda pieza del álbum y escrita en distintos compases, corresponde la unión de dos melodías completamente diferentes. Inicia con una guitarra acústica y una cabasa, progresando con violentos riffs y un delirante solo de Jonny Greenwood. La satírica y sombría lírica hace referencia a la novela The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy.




  “Exit Music (For a Film)” es una melancólica balada inspirada por Romeo y Julieta. La voz de Yorke se encuentra en primer plano hasta que llega a su clímax a partir de la introducción de la batería y un slide de Jonny Greenwood.



  “Let Down” corresponde a una de las canciones más complejas de la historia. Escrita en distintos compases al igual que “Paranoid Android”, y con el ritmo de “Exit Music (For a Film)”, presenta agobiantes versos sobre la depresión. Para optimizar la experiencia y percatarse de la gran producción, escúchese con audífonos.



  “Karma Police”, una de las canciones más conocida de Radiohead, sigue un ritmo marcado por el piano y acompañado por la acústica. Narra la indignación ante los inexpresivos y aquellos que se oponen al status quo.



   “Fittier Happier” es un experimento, algo que quizás no se pueda considerar una canción como tal. No sigue un ritmo, sino que una voz mecanizada redacta las estereotipadas condiciones que la sociedad establece para llevar una vida perfecta o ideal.



   “Electioneering” es el tema más pesado del álbum. Repleto de mensajes políticos correspondientes a lo que sucedía en el Reino Unido con la elección de Tony Blair. Un retrato del cinismo político.


  
  “Climbing up the Walls” es un relato sobre la paranoia y la ansiedad. Musicalizada con violines, tambores y sintetizadores, provoca perturbación y detalles futuristas. Narra una historia abierta a diversas interpretaciones.


Si somos literales, nos encontramos con un psicópata observando a su siguiente víctima; pero si vamos más allá, descubrimos que es una canción con tintes psicoanalíticos, al hacer referencias implícitas al subconsciente, el inconsciente, y al yo. Lo único que queda claro al escuchar esta canción, es que el narrador es el horror en sí.


  “No Surprises” representa a un individuo que no soporta más a la corrompida sociedad y el impacto que ésta tiene en su vida. Una canción sobre la depresión y  lo que recurrentemente significa su controversial fin: el suicidio. Un xilófono acompaña a esta melodía.



  OK Computer es acaso el disco más aclamado de toda la historia de la música. Posee una calificación perfecta en prácticamente todos los sitios de crítica especializada.

Fuente: www.albumoftheyear.org

   Además de su aguda crítica social, OK Computer es un emulador de emociones. Transmite sentimientos intensos sin llegar a ser meloso y presenta una perspectiva imparcial de la sociedad contemporánea.



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lunes, 12 de septiembre de 2016

Taxi Driver

Este 2016 se cumplieron cuarenta años del estreno de la ópera prima de Martin Scorsese, Taxi Driver. Una película independiente, que contó con menos de dos millones de dólares de presupuesto, catapultó la carrera de Jodie Foster y del propio Scorsese; ganando la Palma de Oro y recibiendo cuatro nominaciones a los Premios Oscar, este largometraje es considerado un clásico del cine.

Robert De Niro personifica a Travis Bickle, un veterano de guerra mentalmente inestable que sufre de insomnio y conduce un taxi en el turno nocturno, trabajando de diez a doce horas diarias. Su taxi recorre toda la ciudad, desde los barrios marginados de Nueva York, como Bronx y Harlem, hasta las grandes urbes sociales.

Travis se enamora de Betsy (Cybill Shepherd), una empleada de la propaganda del candidato presidencial Palentine. Su relación no prospera debido a la extravagante conducta del protagonista.

Después de este suceso, Travis concluye que ella es como todos los demás, fría y distante. Sus años en la soledad lo hacen reflexionar, hasta que infiere que él es el hombre solitario de Dios.

Travis observa durante sus largos trayectos la decadencia de la sociedad y la «escoria» que la habita. La violencia, la corrupción y el crimen son retratados con una singularidad única que convierten al espectador en un personaje que, inevitablemente, no puede tomar acción para resolver estas problemáticas.

Una noche, una prostituta menor de edad (Jodie Foster) intenta escapar de su proxeneta subiendo al taxi de Travis, sin embargo, es retenida en el intento. Este susceso hace sentir al personaje de Robert De Niro moralmente responsable, y ahora intentará protegerla.

Finalmente, cansado de las problemáticas sociales relacionadas con el crimen, decide formar parte de la acción.



Un retrato nihilista sobre la soledad y la disgregación de la comunidad, repleto de simbolismo y metáforas en los diálogos que enriquecen el significado implícito de la trama.

Una de las mejores actuaciones de Robert De Niro, quien realiza uno de los monólogos más conocidos en la historia del séptimo arte. Su interpretación, convierte a Travis en un personaje extraído de una película de horror, por el cual, sentimos empatía. Su transformación física sólo comprende una minúscula parte del gran mérito de esta actuación, sus gestos y dicción lo son todo. Este personaje significó la consolidación de Robert De Niro como uno de los mejores actores de la historia.

Jodie Foster, a pesar de sus quince años, presenta una madurez interpretativa que hizo florecer su carrera y la convirtió en una actriz reconocida internacionalmente.

Sin la dirección de Martin Scorsese, Taxi Driver no sería tan icónica como lo es hoy en día. Su percepción fue el punto clave para  que el guion de Paul Schrader cobrase complejidad.

La narrativa visual es espléndida, permite que el espectador entienda la historia sin la necesidad de escuchar los diálogos. Asimismo, transmite el agobio generado por la violencia.

Cada toma, cada plano, y cada secuencia poseen un significado, ya sea explícito o implícito, que muestra la desintegración social y racional.

Sin duda alguna, Taxi Driver es una de las mejores películas en toda la historia del cine. La crítica, la audiencia y el transcurso del tiempo la ha localizado a la altura de clásicos como 2001: A Space Oddyssey, Vertigo y The Godfather.

Imposible ser indiferente a este filme, porque al fin y al cabo, es una cinta acerca de la humanidad en sí, sobre todo lo que este conjunto entremezcla, y acaso, sobre su destino.

Imprescindible para quien se considere cinéfilo.



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miércoles, 7 de septiembre de 2016

The Velvet Underground & Nico

1967 fue un gran año para la música popular. Con el Sgt. Peppers, el álbum más aclamado de The Beatles, y The Piper At The Gates Of Dawn, el primer álbum de estudio de Pink Floyd; pero un grupo se antecedió unos meses y lanzó el álbum que transformó radicalmente el estilo del rock, y de la música en sí: The Velvet Underground.

The Velvet Underground and Nico, grabado en Nueva York y financiado por Andy Warhol, comprende uno de los pilares fundamentales de la música popular. Una infinidad de artistas y agrupaciones lo mencionan como su inspiración, desde David Bowie, Joy Division y The Strokes, que denotan en sus primeros trabajos paralelismos instrumentales, hasta Brian Eno y Metallica.

Esto es por mencionar unos pocos artistas, debido a que la lírica de sus temas dejó atrás lo moralmente aceptado, y dio pie a composiciones transgresivas y obscenas, lo cual provocó que el álbum, cuyas grabaciones terminaron en el ´66, tuviera problemas con la censura y su lanzamiento se haya retrasado hasta un año. El abuso de drogas, la violencia de género, el sadomasoquismo y las desviaciones de conducta son los principales temas tratados en este álbum.

Portada del álbum diseñada por Andy Warhol

La gente normalmente rechaza lo que le parece ajeno o extraño; no trasciende de su zona de confort y prefiere estancarse antes de probar algo nuevo. El disco fue un fracaso comercial, al haber desaparecido de la noche a la mañana de las disquerías. Acaso el fuerte contenido de esta producción, su falta de similitud con la música de la época, y la negación de la radio para la reproducción de sus canciones por su violenta lírica, fueron los principales detonantes de este fracaso.

Con el paso del tiempo, el álbum se revindicó y hoy en día está considerado como uno de los mejores de la historia. Su influencia e impacto cultural han sido innegables.

Para la producción, Andy Warhol invitó a la cantante alemana Nico a realizar una colaboración. Esta decisión disgustó a los miembros del grupo, ya que Nico no tocaba ningún instrumento y su tipo de voz no era correspondiente a los versos de las canciones. Por lo cual, las tres canciones en las cuales ella es la voz principal (“Femme Fatale”, “All Tomorrow Parties” y “I’ll Be Your Mirror”) fueron adaptadas.

Todas las canciones, a excepción de “Sunday Morning” y “European Son”, fueron escritos en su totalidad por Lou Reed, principal vocalista y líder de la agrupación.

“I’m Wating for the Man” relata la historia de un hombre que se dirige al barrio de Harlem para comprarle a su dealer heroína por veintiséis dólares. La voz de Reed y la instrumentalización demuestran la ansiedad del cliente. Lou Reed declaró que todo acerca de esta canción es cierto, a excepción del precio.

“Venus In Furs” es una mezcla entra la transgresión y la psicodelia. Instrumentalmente perfecta y líricamente atormentante. Trata temas tabú como el sadomasoquismo y la esclavitud. Cruda y delirante, forzó los límites de la música. Esta canción comprende una interpretación del libro homónimo publicado en 1870 por Leopold von Sacher-Masoch.

“Heroin”, la canción más popular de la banda,  es una sórdida narración acerca de los efectos de la heroína en el cuerpo. Desde su inducción venérea, hasta su apocalíptico clímax. La canción sigue distintas escalas musicales cuyo ritmo va en aumento conforme la canción avanza.

“There She Goes Again” sigue a una mujer que huye de su novio después de sus constantes maltratos. Una serie de coros añaden un ritmo digerible y menos experimental a la composición.

“The Black’ Angel’s Death Song” es introducida con la experimental, y un tanto irritadora, viola de Cale. Da un punto de vista filosófico sobre la muerte.

Cale fue el principal aportador instrumental, al haber empleado la viola para añadir complexión a los temas, y haber coordinado a los demás músicos. A pesar de utilizar un instrumento bastante atípico para las corrientes musicales del siglo XX, añadió un toque especial a cada una de las canciones.

Aclamado actualmente tanto por la crítica y por el público en general, The Velvet Underground & Nico es un disco que todo melómano debe escuchar. Un clásico en toda la extensión de la palabra.



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